Donald Trump exige inmigrantes perfectos: un estándar imposible que deja a millones fuera

¡Alerta en Estados Unidos! Las deportaciones masivas son una promesa realizada por el presidente electo del país norteamericano, afectando notablemente a la comunidad inmigrante indocumentada. Pero, por sobre todo, deja en evidencia el erróneo sistema de inmigración que maneja Estados Unidos. Siendo así, la exigencia de Donald Trump de solicitar inmigrantes perfectos resulta imposible. En esta nota te brindamos todos los detalles al respecto.

La razón por la que el estándar de inmigrante perfecto es difícil de cumplir se centra en que, actualmente, el sistema de inmigración estadounidense es confuso, caro y lento. La Oficina Ejecutiva de Revisión de Casos de Inmigración del Departamento de Justicia comunicó un retraso de, al menos, 2,46 millones de casos de inmigración pendientes a finales del 2023.

A su vez, Alana McMains, una abogada de San Diego que ha trabajado como representante de personas en diversos niveles del proceso de inmigración, dio a conocer el Boletín de Visas, donde se puede evidenciar qué visados están siendo revisados en función a la fecha presente en su solicitud.

Con esto en mente, se supone que un inmigrante puede solicitar diversos tipos de visados para ingresar a Estados Unidos, incluidos los patrocinados por la familia y aquellos basados en el trabajo que realicen. No obstante, según las palabras de McMains, el asunto no es tan sencillo como parece.

Incluso si el solicitante jamás ha realizado un acto ilegal, cometido un delito o presentado un documento falso, pero no cuenta con los contactos adecuados, su proceso podría demorar, al menos, treinta años. Tal es el caso del Boletín de Visas de diciembre de 2024, que está siendo revisado recién. Dichas solicitudes llevan 20 años esperando la ciudadanía norteamericana.

A los largos períodos de espera se le suman los precios elevados de los formularios, que pueden oscilar entre los 520 y 1.440 dólares. A su vez, es necesario tomar en cuenta la situación del inmigrante, evaluarla y explicarle qué documentos debe presentar, lo cual también genera un retraso. A menudo, como ocurre al renovar la autorización de trabajo, es indispensable presentar y pagar los formularios reiteradas veces.

Sumado a la larga espera y al costo de los formularios está la necesidad de contratar a un abogado. Este recurso puede suponer una gran diferencia en el resultado de los casos, mucho más para aquellos solicitantes que no hablan inglés. Algunos intentan abordar los procesos sin representación legal porque no cuentan con dinero.

No obstante, un estudio planteado en el 2015 reveló que aquellos que cuentan con un abogado tienen más posibilidades de poseer el estatus legal. ¿Qué pasa con los que están solos? Deben esperar y, a menudo, la desesperación por obtener la residencia legal, sobre todo si deben cuidar de familiares, los lleva a realizar actos delincuenciales.

La solución para cumplir con el estándar de inmigrante perfecto sería revisar el sistema de inmigración. Sin embargo, los intentos de implementar una reforma integral han fracasado o quedado anulados. Además, se ha producido un cambio cultural en la manera en la que los republicanos y demócratas perciben a los inmigrantes y las políticas que, hace años, se consideraban prácticas ahora son vistas como radicales. Tal es el caso de la Ley de Refugiados de 1980 o la Ley de Reforma y Control de la Inmigración de 1986.