Inmigrantes en Los Ángeles luchan por sobrevivir tras incendios forestales: "Fue horrible"

Los incendios forestales en Los Ángeles han dejado devastación, afectando principalmente a inmigrantes indocumentados que enfrentan no solo la pérdida de hogares y empleos, sino también el miedo constante a la deportación. En medio del caos, luchan por sobrevivir.

A pesar de la magnitud del desastre en EE. UU., muchos temen pedir ayuda, ya que la posible intervención de las autoridades migratorias podría poner en peligro a sus seres queridos. La tragedia en Los Ángeles resalta cómo los inmigrantes sobreviven a un desastre natural, además de una crisis humanitaria.

De acuerdo con el portal 'The Guardian', la defensora de inmigrantes, Angélica Salas, quedó impactada la semana pasada. Además, tuvo que evacuar su hogar debido al incendio de Eaton, que avanzaba hacia Altadena y Pasadena. Mientras ella y su familia escapaban, Salas se mantuvo en contacto con amigos y vecinos, al tiempo que coordinaba asistencia de emergencia para miles de familias inmigrantes indocumentadas que su organización apoya en Estados Unidos.

"Jamás había presenciado un daño tan catastrófico", expresó Salas, directora ejecutiva de la organización sin fines de lucro Coalition for Humane Immigrant Rights (Chirla), quien ha residido en Pasadena por casi cinco décadas.

Los incendios en la región de Los Ángeles han cobrado al menos 25 vidas y han desplazado a más de 100,000 personas. En Altadena, una comunidad histórica de afroamericanos e inmigrantes latinos de clase trabajadora, la devastación fue indescriptible, afirmó. "Nuestros vecindarios parecen haber sido bombardeados. Es simplemente terrible".

Aun así, comentó que las secuelas del desastre le resultaron tristemente familiares. En los últimos años, megaincendios y otras catástrofes climáticas extremas, como tormentas atmosféricas y olas de calor, han alterado repetidamente las vidas de los trabajadores inmigrantes en todo el estado.

Tras estos desastres, los inmigrantes indocumentados son especialmente vulnerables y, en su mayoría, no pueden acceder a la ayuda federal. Muchos han perdido sus empleos y hogares, explicó Salas, y temen que al buscar asistencia, puedan ser objeto de escrutinio por parte de las autoridades de inmigración.

Mientras los vientos intensos intensificaban el fuego en Los Ángeles, las autoridades de inmigración informaron sobre redadas en Bakersfield, a solo dos horas al norte de la ciudad. "No puedo describir el horror. Tuvimos un huracán de brasas cayendo sobre nuestra comunidad. Y al mismo tiempo, la gente se enteró de estas redadas", manifestó Salas.

En pocos días, empezaron a circular en línea noticias falsas sobre redadas en Los Ángeles. "Durante nuestra evacuación, me llegaban esas noticias", indicó Salas. "Fue horrible, horrible. No puedo ni describirlo".

La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), responsable de la ayuda de emergencia tras desastres naturales, forma parte del Departamento de Seguridad Nacional, que también supervisa la aplicación de las leyes de inmigración.

Cabe mencionar que, con la promesa de Donald Trump de realizar deportaciones masivas en Estados Unidos tan pronto como asumiera el cargo el lunes, incluso los ciudadanos y residentes permanentes, que tienen derecho a recibir asistencia gubernamental por desastres, temen aprovechar los programas de ayuda, explicó Salas, por miedo a que ello ponga en riesgo a los miembros de la familia que son indocumentados.