Presta atención, inmigrante: de esta manera puedes regresar a Estados Unidos tras ser deportado

Después de ser deportadas de Estados Unidos, algunas personas pueden optar por regresar al país bajo ciertas condiciones. La Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA) establece procedimientos específicos para quienes desean reingresar tras haber sido expulsados. Este proceso es supervisado por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) y requiere la presentación del Formulario I-212, el cual concede un "permiso de readmisión". A continuación, se ofrecen más detalles sobre este procedimiento.

Para ser elegible, los solicitantes deben haber sido deportados bajo la Sección 212(a)(9)(A) de la INA, la cual establece los plazos para que una persona pueda intentar reingresar. Si la persona fue deportada por primera vez, debe esperar al menos cinco años para solicitar la readmisión. Si fue expulsada más de una vez, el plazo se extiende a 20 años. En ciertos casos, como cuando la persona tiene antecedentes de delitos graves, la inadmisibilidad es permanente.

Sin embargo, no todas las personas que fueron deportadas pueden solicitar la readmisión. Aquellos que fueron deportados bajo la Sección 212(a)(9)(C) tienen condiciones más estrictas. Esta sección aplica a personas que estuvieron en EE.UU. de manera ilegal por más de un año o que reingresaron después de una deportación. En estos casos, deben haber permanecido fuera de EE.UU. por al menos diez años antes de poder presentar el Formulario I-212.

Para solicitar la readmisión, el solicitante también debe cumplir con una serie de requisitos adicionales. Si se encuentran fuera de EE.UU., deben presentar su solicitud a través de una embajada o consulado estadounidense en su país de origen. Si se encuentran dentro de EE.UU. y tienen una orden de deportación pendiente, pueden presentar el formulario antes de salir del país, en caso de que estén tramitando una visa de inmigrante.

En general, las personas que busquen reingresar a EE.UU. deben demostrar que cumplen con las condiciones de elegibilidad y que su regreso no representa una amenaza para la seguridad del país. Además, el proceso de solicitud puede implicar largos períodos de espera y la necesidad de asesoría legal especializada para aumentar las posibilidades de éxito.

El proceso de readmisión es un camino largo y desafiante, pero para algunos deportados, representa una segunda oportunidad para reconstruir su vida en EE.UU. En este contexto, el Formulario I-212 se convierte en una herramienta clave para aquellos que desean superar las barreras legales impuestas tras una deportación.