Como ocurre en las pichangas de barrio. Krylia Sovetov y Rostov se midieron el último sábado por la liga rusa y ello pasaría casi desapercibido de no ser por el árbitro Igor Panin, que se olvidó la moneda y tuvo que definir el sorteo del saque de partido con piedra, papel o tijera. Al final, el Sovetov ganó 4-2.