Kamala y su estado de ánimo a un día de la INVESTIDURA de Trump: "Hundida en la tristeza y se siente traicionada"

¡Preocupación en EEUU! El próximo lunes 20 de enero, la atención del mundo se centrará en Washington D.C., donde Donald Trump asumirá nuevamente la presidencia de Estados Unidos.

En contraste, Kamala Harris, quien fue derrotada en las elecciones por el candidato republicano, se encuentra en un estado de desánimo, según analistas políticos. Se señala que la excandidata a la presidencia atribuye su fracaso a la falta de apoyo de Joe Biden, lo que ha intensificado su frustración por no haber logrado llegar a la Casa Blanca.

La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, se encuentra en el centro de la controversia tras romper una tradición al no invitar al vicepresidente electo, JD Vance, y a su esposa, Usha, a una reunión formal en la residencia oficial del vicepresidente, el Observatorio Naval en Washington.

Este hecho resulta notable considerando que, en años anteriores, como en 2008 y 2016, Dick Cheney y Joe Biden recibieron a sus respectivos sucesores, Joe Biden y Mike Pence, en circunstancias similares.

Una reciente encuesta del Daily Mail indica que el respaldo a Harris entre los votantes demócratas ha disminuido en 16 puntos porcentuales desde diciembre. Esta situación ha generado especulaciones sobre su estado emocional, especialmente tras ser vista en el funeral del expresidente Jimmy Carter el 9 de enero, donde su comportamiento junto a su esposo, Douglas Emhoff, fue percibido como frío y distante.

La tensión en el entorno político estadounidense se ha intensificado, especialmente en lo que respecta a la vicepresidenta Kamala Harris. Fuentes cercanas a la Casa Blanca han revelado que su relación con el presidente Joe Biden es prácticamente inexistente, lo que ha generado un aumento en las críticas hacia su gestión y ha impactado negativamente en su imagen pública.

Según información publicada por el Wall Street Journal el 3 de enero, varios informantes señalaron que Harris se encuentra "hundida en la tristeza tras perder las elecciones y se siente traicionada por Biden". Esta situación plantea interrogantes sobre su futuro en la administración y su capacidad para recuperar la confianza tanto dentro del partido como entre los votantes.